Cada 16 de noviembre, el mundo celebra el Día Internacional del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), una fecha que conmemora la firma en 1972 de la Convención sobre Patrimonio Mundial Cultural y Natural en París y que permitió que cada mes de noviembre se festejen a los más 1.000 patrimonios, incluyendo los que resguarda Chile.

La referida convención no solo representó un compromiso global para la protección y preservación de lugares culturales y naturales de excepcional importancia, sino que también sirve como faro que guía a las naciones hacia la comprensión y salvaguardia de sus tesoros más preciados. Chile, un país de contrastes geográficos y culturales, destaca con orgullo al albergar siete tesoros reconocidos por la UNESCO, cada uno de los cuales no solo es una ventana a la rica historia del país, sino también un imán turístico que atrae a visitantes de todo el mundo.

Los 7 tesoros en Chile reconocidos por la UNESCO

• Parque Nacional Rapa Nui: Ubicado en la remota Isla de Pascua, conocida como Rapa Nui en la lengua indígena, el Parque Nacional Rapa Nui es un testamento vivo a la originalidad cultural. Desde el siglo X hasta el XVI, una sociedad polinesia dio vida a grandiosas formas arquitectónicas y esculturales, destacando los icónicos "moai". Estas gigantescas figuras de piedra no solo dotan a la isla de un paisaje cultural inigualable, sino que también fascinan al mundo entero, convirtiéndose en un atractivo turístico de renombre.

• Iglesias de Chiloé: Las iglesias de Chiloé, construidas completamente en madera, constituyen un ejemplo único de la arquitectura religiosa en Latinoamérica. Iniciada por los jesuitas en los siglos XVII y XVIII y enriquecida por los franciscanos en el XIX, esta tradición arquitectónica ha perdurado hasta nuestros días. Más allá de ilustrar la riqueza cultural del archipiélago, estas iglesias, como las de Dalcahue, Achao, Castro, entre otras, se erigen como hitos turísticos, registrando la fusión exitosa de las técnicas indígenas y europeas en un entorno que sigue cautivando a los visitantes.

• Barrio Histórico de Valparaíso: Valparaíso, ciudad colonial enmarcada en un anfiteatro natural, destaca como un ejemplo notable del desarrollo urbano y arquitectónico de América Latina a finales del siglo XIX. Su paisaje urbano, con campanarios de iglesias y estructuras industriales de la era industrial, no solo ha conservado su unidad formal, sino que también atrae a turistas que exploran sus callejones pintorescos y disfrutan de la historia viva que se respira en cada rincón.

• Oficinas Salitreras de Humberstone y Santa Laura: Las oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura, en el norte grande de Chile, cuentan la historia de una cultura comunitaria forjada por trabajadores de diferentes países. Desde 1880 hasta mediados del siglo XX, estos trabajadores vivieron y extrajeron el nitrato de sodio, transformando la agricultura mundial. Este sitio, con su historia y lucha por la justicia social, no solo es un monumento cultural, sino también un destino turístico que invita a los visitantes a sumergirse en el pasado.

• Ciudad Minera de Sewell: Sewell, construida a más de 2.000 metros de altitud en la cordillera andina, fue el hogar de los trabajadores de la mina El Teniente, la mayor explotación subterránea de cobre del mundo en su época. Este sitio, con su estructura única y coloridos edificios, es un viaje turístico a la historia industrial de Chile. Aunque abandonada en la década de 1970, sus escaleras centrales y plazas aún resonan con energía.

• Qhapaq Ñan - Sistema Vial Andino: El Qhapaq Ñan, una red vial incaica de 30.000 kilómetros, destaca como una obra maestra de ingeniería y planificación a lo largo de los siglos. Este sistema se extiende desde las cumbres nevadas de los Andes hasta la costa del Pacífico, atravesando diversos paisajes. Este sitio, con 274 componentes a lo largo de más de 5.000 kilómetros, no solo es una joya turística, sino también un testimonio de la importancia social, política y religiosa de esta red viaria única en su género.

• Asentamiento y Momificación Artificial de la Cultura Chinchorro: En 2021, este fue el último Patrimonio Mundial que se sumó a la lista chilena. En la región de Arica y Parinacota, este sitio brinda testimonio de la cultura chinchorro, cazadores-recolectores marinos que practicaban la momificación artificial desde aproximadamente 5450 a.C. hasta 890 a.C. Este lugar, con sus complejas prácticas funerarias y herramientas únicas, es un retrato único de la espiritualidad y complejidad de esta cultura.

Chile, a través de estos siete tesoros, invita a los viajeros a explorar sus rincones más históricos y pintorescos, recordando que el patrimonio mundial no solo es un legado para el presente, sino también una joya que brilla más intensamente cuando es compartida con el mundo. Este Mes del Patrimonio Mundial es una ocasión para sumergirse en la riqueza cultural y natural que define a este hermoso país y fortalecer el compromiso de preservar estas maravillas para las generaciones futuras. Si quieres conocer alguno de estos increíbles sitios, contacta a [email protected] o reserva a través de los enlaces.

También te puede interesar: Chile destaca entre los mejores países y destinos más sostenibles para viajar en 2024