20 metros. Sólo 20 metros nos faltaron para llegar al final de la ruta por la que escalábamos el cerro La Campana cuando tuvimos que comenzar a descender. Nos esperaban en la entrada del parque a una hora determinada y ya estábamos atrasados. Nos la perdimos. ME la perdí

Me perdí observar la Cordillera de la Costa desde casi 1800 metros, tratar de distinguir hacia el este, entre el azul del cielo y el del mar. Mirar hacia el valle a las ciudades de Olmué y Limache, tan diferentes a como se veían en la noche anterior. Ver la Cordillera de los Andes perderse hacia el norte y el sur...

¡Volver!. No queda otra.

Refugio de palmeras

Creado en octubre de 1967, el Parque Nacional La Campana tiene una extensión de 8 mil hectáreas pertenecientes a las comunas de Hijuelas y Olmué, quinta región de Valparaíso. Es una de las zonas más representativas de la diversidad biológica de la zona central de Chile, siendo declarada "Reserva de la Biosfera" por la UNESCO, junto a la Reserva Forestal del lago Peñuelas en el año 1984.

Entre las característitas que más sobresalen de esta área, es ser uno de los dos lugares en donde la Palma Chilena -una de las de distribución más austral- está protegida de una explotación que la ha llevado a ser clasificada como una especie "vulnerable" de acuerdo a su estado de conservación.

El bosque de esta palma o "Kan Kan", como la denominaban los antiguos habitantes de la zona, está situado en un sector del parque denominado Ocoa. Los ejemplares pueden alcanzar una altura de 30 metros y vivir mil años.   Antiguamente estaba ampliamente distribuida en el país, sin embargo la sobre explotación como productora de miel y coquitos, causaron una dramática disminución de su población.

También es notable la presencia en estas latitudes de una especie chilena que se caracteriza por vivir mucho más al sur: el roble. Los bosquecillos de esta especie, presentes en las laderas de los cerros de La Campana y El Roble, a 900 metros sobre el nivel del mar, representan una más de las curiosidades de este parque.

La fauna del parque presenta  entre sus exponentes a zorros chilla y culpeo (que son visibles de vez en cuando), el gato montés y el chingue. Gran variedad de roedores como la chinchilla, cururo y vizcacha. Y entre las aves, por su puesto, el picaflor gigante (todo un récord mundial), la diuca, el chincol, la tenca, la turca, el tapaculo, el águila, el chuncho y la lechuza, entre tantas otras.

Tanta diversidad biológica está enmarcada, y marcada, por una geografía de contradicciones: alturas como la de los cerros La Campana (1.828 m.s.n.m.) y El Roble (2.222 m.s.n.m), profundas quebradas y los suaves lomajes de los valles.

Por otro lado, en este mismo terreno agreste se han encontrado restos arqueológicos que revelan una antigua presencia indígena en la zona. Las evidencias de esta presencia radican en la existencia de antiguos asentamientos agrícolas, además de expresiones culturales como piedras tacitas, morteros, puntas de proyectiles, marai y cerámica.

Conocer y disfrutar

El parque tiene tres sectores, cada uno con una entrada distinta: Granizo, Cajón Grande y Ocoa.

El acceso ha estos sectores es bastante bueno y expedito. Para llegar a los dos primeros hay que hacerlo a través de la ciudad de Olmué (mapa), desde aquí puede tomar rumbo a Granizo o Cajón Grande. A Ocoa, que queda en la zona norte del parque, se puede llegar a través de un desvío en la Ruta 5 Norte

El sector de Granizo es el paraíso para quienes practican trekking o escalada. Si el ánimo y las piernas dan la cuota, a través del sendero "El Andinista" el visitante puede llegar a la cumbre de La Campana y estar en el mismo lugar en el que Darwin, hace 165 años, vio el Océano Pacífico y la Cordillera de los Andes con sólo girar la cabeza. Además, con el sendero de interpretación "La Canasta", el visitante puede realizar un interesante reconocimiento de la flora y fauna existente en el sector.

En Cajón Grande, cercano a Granizo, es posible disfrutar no sólo de las bondades y bellezas escénicas del lugar siguiendo los senderos "Portezuelo Ocoa" y "El Plateau",  sino que también es posible disfrutar de la frescura de las aguas del estero que le da el nombre al sector en "La Poza del Coipo".

En Ocoa, como ya mencionamos, la estrella principal es la palma chilena. Para observar el palmar en toda su magnificencia hay que recorrer el sendero que remonta el curso del estero Rabuco (ruta que comunica este sector con el de Granizo). Por si fuera poco, en esta zona existe una bella caída de agua llamada "La Cortadera" de 35 metros de altura, que constituye todo un hito ya que este parque no se caracteriza por tener grandes recursos hídricos.

Para recorrer

Quizás sea por la ubicación, la belleza o el desafío físico que plantea su geografía, que este parque reciba muchas visitas todo el año, incluso durante el invierno: familias, colegios, montañistas, escaladores, etc.

El parque está dotado con áreas especiales para picnic y camping, habilitados con los servicios e infraestructura necesaria para que los visitantes puedan disfrutar del parque y no dañar su ecosistema.
Si lo que desea es una estadía más cómoda, las ciudades de Olmué, Limache, Villa Alemana y Viña del Mar, todas muy cercanas, tienen una amplia oferta hotelera.

La reina de las actividades realizables en este parque es, indudablemente, el trekking o caminata. Para los practicantes de esta actividad, existen senderos más senderos de los mencionados anteriormente, con variada dificultad y objetivo. Y si alguien no quiere caminar, el recorrido a caballo resulta ser una alternativa igualmente ecológica.

Sólo basta dar una mirada al cerro La Campana para darse cuenta que es suelo (o pared) idóneo para los escaladores. Con rutas cuyo grado de dificultad varía entre los 5.7 y 5.12, la pared oeste del cerro (sector Granizo) es una excelente oportunidad para practicar escalada tradicional. Las rutas tienen entre 4 y 5 largos y solo una de ellas está equipada con reuniones.

Abierto todo el año, todos los días de septiembre a abril (entre las 09 a 19 horas); y entre mayo-agosto sólo los domingos y feriados (entre las 09 a 18 horas). La entrada es de 1 mil pesos (USD 2 aproximadamente) para adultos y la mitad de este valor para niños.

Visite el parque, le garantizamos que lo disfrutará.
Para más información, visite nuestra ficha.

Texto G.Salinas