Naturaleza y senderos para apreciar los mejores paisajes andinos. Todo esto y mucho más en el Parque Nacional Conguillío.
Paraguas. Eso es lo que parecen si desde lejos se las observa. Diminutos paraguas que se yerguen esbeltos por las escarpadas laderas de los cerros y que encuentran en el Parque Nacional Conguillío, Novena Región de la Araucanía, uno de los lugares idóneos para su supervivencia, formando parte de una de las áreas de reserva que tiene desde un volcán activo, hasta lagunas de aguas cristalinas y gélidas.
Por G. Salinas
El Parque Nacional Conguillío fue declarado área protegida en el año 1950 y se ubica a 148 kilómetros al noreste de Temuco, IX región de La Araucanía. El acceso a la unidad se realiza a través de dos vías: Victoria-Curacautín-Conguillío (en caso de venir desde el norte por la carretera 5 Sur); ó, Temuco-Cunco-Melipeuco-Conguillío (si se viene desde el sur). Los caminos desde las ciudades de Curacautín y Cunco hasta la reserva están ripiados y en buenas condiciones.
El trabajo de un gigante
Situado en la precordillera andina del sur, en el parque destacan dos alturas: el volcán Llaima (3.125 msnm) y el cordón montañoso Sierra Nevada (2.554 msnm). La incesante actividad del volcán, que se caracteriza por tener dos cráteres, ha influido por millones de años en la morfología de la unidad, originando (en algunos casos) lagos, lagunas, ríos y escoriales; e influyendo en la flora y fauna nativa.
De reciente origen, entre 100 y 600 años, los cuerpos de agua existentes en la unidad deben su origen a la incesante actividad del volcán. Tapones de lava impidieron el libre curso de los ríos, formando el actual el sistema lacustre: lago Conguillío y las lagunas Captrén, Verde y Arcoiris. Las reminiscencias de esta violenta formación son los troncos de árboles sumergidos que se observan especialmente en las lagunas Captrén y Arcoiris.
En esta unidad, en donde la araucaria es ama y señora, conviven la más variada gama de animales. Entre los mamíferos predadores, los pumas y zorros (chilla y culpeo), son los más grandes; les siguen el quique (especie de comadreja) y la güiña (gato salvaje). Entre las aves destacan variedades de patos, cóndores, traros, águilas, y torcazas.
Lo más notable en cuanto a la vegetación, son los bosques de araucaria ( Araucaria Araucana ). Existen zonas dentro del parque de muy difícil acceso en las cuales los bosques puros de esta especie alcanzan los 1.200 años de antigüedad. Hay que recordar que un ejemplar alcanza la madurez a los 200 años de vida y su forma característica de "paraguas" a los 500. Es, después del alerce ( Fitzroya Cupressoides ), el segundo árbol más longevo de Chile . El piñón, su semilla, constituye la base de la alimentación del pueblo pehuenche (pehuén=araucaria o piñón, che=gente), que solía habitar sólo en las zonas en las que el pehuén o araucaria existiera.
Si bien es cierto los bosques de estos impresionantes árboles son los que más llaman la atención, existen en la reserva otras especies de gran interés. El coigüe, roble y raulí, están presentes en toda la reserva; otras, como la lenga, ñirre, avellano, maitén, ciprés de la cordillera y lleuque, se sitúan en el sector Conguillío y Truful-Truful.
Reconocimiento
Para recorrer este parque a cabalidad hay que tener bastante tiempo ya que es mucho lo que hay para conocer, aprender y recorrer. Sin embargo, si tiempo es lo que no sobra, quizás las alternativas que presentamos a continuación, se acomoden a sus necesidades. Dado que el parque posee una red de senderos y caminos bien señalizados, conocer los lugares más bellos e interesantes resulta sencillo y seguro.
Ingresando al parque por el sector de la laguna Captrén (el camino desde Curacautín), existe un sendero que rodea toda la laguna y cuya extensión es de 2 kilómetros aproximadamente. Es una caminata liviana, apta para todo tipo de personas. En la laguna se puede pescar, pero está prohibido nadar o andar en bote, ya que es un santuario de aves y este tipo de intervención puede resultar nocivo para las especies que la habitan.
Siguiendo el camino principal 5 kilómetros más, se llega al sector del Lago Conguillío, en donde se encuentra el área de administración de Conaf, el Centro de Información Ambiental y servicios. En este sector se recomienda seguir el Sendero Autoguiado Las Araucarias, que parte muy cerca del Centro, cruza un bosque de araucarias y cuenta con explicaciones en paneles de fotometal.
También existe otro sendero, el de Los Carpinteros, de 5 km. de extensión, que se interna por los bosques de araucaria, coigüe y lenga, desembocando en la Laguna Captrén. En este recorrido podrá conocer la "Araucaria Madre" un ejemplar de esa especie cuyo tronco tiene un diámetro de 2 metros.
Por otro lado en esta área están concentrados la mayoría de los servicios del área: zona de camping, cabañas, servicios higiénicos, picnic y almacén de alimentos. En el lago se pueden realizar todas las actividades acuáticas que no impliquen embarcaciones con motor: nadar, pescar y remar.
Otro lugar que vale la pena recorrer, por lo menos en parte, es la Sierra Nevada. Conaf a implementado un sendero que asciende por una de sus laderas y que permite observar desde sus 5 miradores, el volcán Llaima, el lago Conguillío y el cordón montañoso que flanquea el lago. Es una caminata larga (de 5 a 6 horas) y que puede resultar pesada, pero cualquier esfuerzo es recompensado por la panorámica que se obtiene desde esta altura, por el vuelo de un cóndor o por la vista del nacimiento del río Blanco.
Continuando por la vía principal, llegará a la laguna Arcoiris. Se encuentra a un costado del camino y desde el mirador que está habilitado a un costado de éste, se puede apreciar en toda su extensión. Es pequeñita y su atractivo radica en el color esmeralda del agua, que por lo cristalinas dan la impresión de estar mirando a través de un prisma. A unos 15 metros de la laguna, por un sendero que está señalizado, se encuentra la Casa del Colono.
En la laguna Arcoiris, la transición entre la vegetación y la escoria volcánica es abrupta. El camino continúa la travesía a través del denominado "Valle de la Luna", que al igual que su homónimo del norte, es desolado y seco, pero no tan espectacular. A lo lejos, por un lado se observan los cerros que rodean el valle cubiertos con vegetación, y por el otro la presencia dominante del volcán Llaima que en este lugar se ve casi al alcance de la mano.
La laguna Verde hace su aparición, o más bien, hay que ir a su encuentro. Esta laguna es mucho más grande (175 hectáreas de superficie), el color de sus aguas, obviamente, es verde, y desagua subterráneamente a través del río Truful-Truful. Éste río, cerca de la salida/entrada del parque por el sector que lleva ese mismo nombre, realiza una espectacular cascada, llamada los Saltos del Turful-Truful, que en mapudungun significa "de salto en salto".
Si bien es cierto, la mejor época para visitar este parque es entre la primavera y el verano -cuando el clima es benévolo y los caminos están en excelentes condiciones-, durante el invierno cobra gran relevancia el centro de esquí Las Araucarias. Situado en el lado oeste del volcán Llaima (lado contrario al lago Conguillío) cuenta con dos andariveles de arrastre, cafetería, clases de esquí, arriendo de equipo y hospedaje en refugio.
Conguillío
En el Parque Nacional Conguillío, Conaf ha logrado combinar los intereses de privados con sus esfuerzos por la conservación y protección del área, convirtiendo a Conguillío en un parque modelo.
Aquí, el visitante no sólo podrá conocer y disfrutar del bello entorno, sino que también podrá aprender algo más sobre la riqueza biológica de la reserva a través de los programas de educación e interpretación ambiental que Conaf imparte de manera gratuita .
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