Aunque no es un deporte muy conocido en Chile, el Kayak es una de las actividades más amigables y entretenidas que cualquier tipo de persona puede practicar.
Aventura en kayak
Nuestro desafío era aprender a andar en kayak. Un grupo de mujeres jóvenes, con tres meses de gimnasio en el cuerpo, sin miedo a abordar una
aventura que sonaba entretenida, un panorama diferente para el domingo.
Partimos de Santiago cerca de las 9:30 de la mañana y después de dos horas llegamos a nuestro destino, un tranque de mediano tamaño, rodeado
de pastizales y algunos bosques, camino al litoral central.
Lo primero que se hizo fue bajar los kayaks del vehículo. Como en toda actividad de equipo, lo importante es la cooperación y afanar en conjunto, mientras nos cambiábamos de ropa y poníamos bloqueador, acarreábamos algunos bultos y preparábamos las provisiones. Algunos minutos después, ya estábamos listas para recibir las primeras instrucciones.
El atuendo apropiado
Atuendo apropiadoUno de los detalles importantes en el kayak es la ropa. En general, se recomienda utilizar vestimenta de polipropileno, que es impermeable al agua, al contrario del algodón que hace que la humedad permanezca en el cuerpo, ya que, aunque en el kayak estás casi todo el tiempo moviéndote, al remar te mojas y sin darte cuenta te enfrías.
Primeras instrucciones
Los kayaks, ya sean de compartimiento individual o dobles, poseen asientos regulables que se adaptan al tamaño de la persona. Una de las primeras cosas que se debe hacer antes de entrar al agua, es regular los asientos. Para lo cual la persona debe sentarse dentro del kayak, la espalda debe estar derecha, las piernas levemente flexionadas y arqueadas de tal forma que no salgan del kayak y a la vez queden topando los costados del mismo. Esta posición es la que se debe mantener siempre, ya que gracias a la ubicación de las piernas se mantiene el equilibrio, permitiendo remar de forma segura y estable.
Aprender a remar
En el kayak se utilizan remos de doble pala, es decir, una pala en cada extremo. El largo de los remos asi como la forma de la pala puede variar, no obstante lo que interesa es la posición de las palas. Al tomar el remo con ambas manos, situarlo frente a nosotros, si la pala derecha se encuentra en posición vertical, entonces la pala izquierda debe estar inclinada casi por completo a una posición horizontal.
Esto se relaciona con la técnica para remar. La pala derecha del remo debe entrar en forma vertical al agua, de esta manera hay menos resistencia. El remo entra adelante y sale atrás. En ese momento la muñeca derecha gira hacia atrás, como al acelerar una moto, con lo que se gira el remo izquierdo y queda en posición vertical para entrar al agua. En el caso del kayak la mano izquierda sólo debe dar espacio para que el remo gire.
Nunca se debe soltar el remo. En tanto las muñecas, deben llevar una posición recta, de otra forma con el tiempo la espalda sufrirá las consecuencias.
Quién lleva el timón
El timón se ubica en la parte posterior del kayak, y sólo se baja a la hora de entrar al agua. Aunque algunos kayaks no tienen timón, este es indispensable para viajes largos y en aguas con mucho oleaje. El timón es controlado con los pies a través de dos paletas, si se pisa la derecha, se debe soltar la izquierda, el kayak girará hacia la derecha, y asi vice versa.
En el caso de los kayaks dobles, la persona que va atrás es la que opera el timón, por lo tanto prácticamente es la que lleva el control de
la embarcación.
Sin olvidar el estómago
Los kayaks poseen dos cavidades, una adelante y otra en la parte posterior, que se utilizan para guardar comida, provisiones y algunos instrumentos. Es recomendable portar bastantes carbohidratos, alimentos energizantes y mucha agua. Y aunque parece una actividad liviana, sí da mucha hambre, por lo que es mejor ir preparado.
Para disfrutar en forma segura
Cuesta imaginarse dentro de una delgada y aparentemente frágil embarcación en medio de un lago o cruzando a una isla en el mar, sin sentir un poco de escalofríos. Pero pese a lo delicado que pueda parecer, el kayak es un deporte súper seguro. Sólo se necesita saber nadar y tomar las precauciones básicas, como portar un chaleco salvavidas, aprender que hacer en caso de volcarse el kayak y viajar con gente experimentada que sepa guiar correctamente la expedición.
Lanzarse a la aventura
Después de recibir todas las instrucciones y recomendaciones estábamos listas para ir al agua. Aunque en principio era el oleaje el que nos
llevaba, de a poco comenzamos a tomar el control del kayak y a alejarnos de la orilla.
Lo entretenido del kayak es que te permite compartir con la naturaleza de forma muy armónica, ya que al ser embarcaciones pequeñas y de remo, casi no interrumpen el ambiente.
Al ir bordeando el tranque ese día, apreciábamos los diferentes árboles y tipos de vegetación, calmada y silenciosamente. Escuchando el cantar de los pájaros y el sonido de las chicharras.
Cuando ya era hora de comer, paramos en una pequeña playita, donde aprovechamos de estirar las piernas, alimentarnos y reposar tomando sol.
Además de practicar una de las actividades más entretenidas de este tipo de viajes, conversar y conocer al resto de los integrantes del equipo.
Ya en la tarde, las que andábamos en kayak doble remábamos en forma sincronizada, mientras cada quien buscaba su propio objetivo; remar hacia los patos de más allá, tratar de alcanzar a los cisnes de cuello negro o ir en busca de una playa secreta.
Al final del día, ya de vuelta en el punto de partida, ordenamos todo, tomamos las últimas fotos y nos despedimos de ese hermoso lugar.
Pese al cansancio en el auto nos reíamos, recordando todas las aventuras de haber pasado un día increíble andando en kayak.
Textos Miriam Cuevas