Relajarse en una ciudad como Santiago puede ser una tarea aún más titánica que soportar el ruido y las presiones a las que la ciudad nos somete todos los días. Por donde quiera que vayamos los conglomerados de personas, los tacos, el ruido, la contaminación, etc., nos persiguen como alma en pena y nos empujan a huir fuera de la capital buscando un poco de silencio, un poco de paz aunque sea por unos días… o unas horas.

Quizás, en su concepto de relajación no encaje para nada el cansancio, el esfuerzo físico, el peligro, el contacto con la naturaleza y la soledad. Sin embargo, y por loco que le parezca, hay muchos santiaguinos que armados con una mochila, piolet y agua, han encontrado en los cerros cercanos a la ciudad las escaleras para alcanzar el cielo, la paz y por qué no, el desarrollo y mantenimiento físico.

La ascensión a uno de estos cerros es un paseo que puede realizar solo, entre amigos o con su familia, para el cual no existe límite de edad, sólo el entusiasmo y las ganas de pasarlo bien en una actividad sana, de bajo costo económico y que no implica alejarse grandes distancias de la ciudad.

El Alto del Naranjo (1.890 metros), es como un "hombro" o cumbre intermedia del cerro Provincia de 2.750 metros de altura, ubicado aproximadamente a 6 kilómetros de Santiago, en la Reserva Ecológica Contrafuertes Cordilleranos.

La Ruta del Cansancio I. Cómo Llegar

Para un novato, el primer ascenso es una experiencia que a pesar de estar plagada de agotamiento, transpiración, dolor de piernas, tierra y rasguñones, se vuelve única y reconfortante cuando se mira al mundo desde las alturas.

Aunque pareciera ser muy sencillo realizar el dicho, "irse a la punta del cerro" requiere de un buen par de piernas y mucha práctica. Los implementos son sencillos y baratos: jeans o pantalones cortos, gorro, botines, piolet, mochila o banano, protector solar para los que cuidan su piel, agua y fruta (si sufre ataques inesperados de hambre). Mientras más liviana la carga menos sufrirá.

Si no tiene piolet, que es una especie de bastón metálico terminado en punta y que facilita enormemente la subida brindando apoyo en las partes complicadas, puede reemplazarlo por un bastón de esquí, una vara de madera bien resistente, o en el peor de los casos… las manos. Gatear es un arte que jamás se pierde.

Para llegar a la base del cerro debe salir de Santiago por el camino que va a Farellones y tomar el antiguo camino ripiado hasta el puente viejo Ñilgüe sobre el río Mapocho.

Si su meta es hacer ejercicio llegando a la cumbre del Alto del Naranjo, es recomendable llegar bien temprano, como a las 9:00 horas., ya que más tarde sentirá al sol como su peor enemigo. Al igual que la ascensión, el descenso no debería durar más de dos horas, de esta manera estaría almorzando con su familia en casa.

La Ruta del Cansancio II. Lo Que Tiene Que Saber

Una vez en la puerta de la reserva, lea el letrero y observe bien el mapa de las rutas: aprenderá sobre ella, sabrá a qué lugar dirigirse y podrá reconocer las señalizaciones utilizadas para indicar el tipo y grado de dificultad de cada huella.

Las señalizaciones las encuentra en postes pequeños de madera con anillos de colores: amarillo, verde y azul. Cada color indica el grado de dificultad y el tipo de excursión. El color amarillo indica la ruta sencilla y liviana para una caminata; el verde señala un grado de dificultad intermedia para personas con buen estado físico; y el azul indica mayor dificultad para los que tienen excelente estado físico.

El otro tipo de señalización se encuentran en las bifurcaciones de los senderos y, al igual que las anteriores, éstas también son postes de madera que en lugar de tener anillos, tienen franjas de colores formando una cruz en la punta. Esto indica la dirección del sendero y el grado de dificultad.

Ya bien informado de dónde llegar y cómo hacerlo, comience el ascenso.

La Ruta del Cansancio III. Subir y Subir

Para quienes realizan el paseo por primera vez, subir no es nada sencillo. Si no está acostumbrado a las exigencias físicas tómeselo con calma, ya que la fatiga puede dar rápida cuenta de usted y echar a rodar cuesta abajo sus deseos de alcanzar la cumbre.

Tenga mucho cuidado con las piedras sueltas y no se confíe mucho en aquellas que aparentemente están muy firmes. Los arbustos tampoco brindan mucha seguridad puesto que sus ramas, un poco secas, pueden quebrarse o desenterrarse repentinamente, haciéndole correr un riesgo.

No crea que todo es peligro y cansancio. Sólo basta mirar hacia atrás, observar cuánto ha avanzado y verá que el esfuerzo vale la pena. Al ascender, observará que pequeño se ve todo, cuán imponente es el cerro y qué tan insignificante es uno en sus faldas.

El entorno es seco y agreste. La vegetación que destaca es el cactus, existiendo también arbustos pequeños y uno que otro árbol disperso.

Un aspecto interesante radica en el trato de las personas. Resulta notable que la ascensión a un cerro produzca una especie de comunión y camaradería, que se expresa en el saludo cariñoso y espontáneo cuando ocurre algún encuentro. Como si el hecho de compartir un afición como esta, despertara inmediata simpatía hacia el otro.

La subida se realiza en tres etapas. Al llegar al primer mirador, que domina todo el valle y el camino a Farellones, habrá completado la etapa más difícil. El segundo tramo es casi tan empinado como el primero pero menos resbaladizo y concluye al llegar a la canaleta, en la cual usted puede darse un refrescante baño con cristalina agua cordillerana.

Sabrá que ha completado la tercera etapa de la subida al Alto del Naranjo, cuando llegue a una planicie con un gran árbol al centro, que no es un naranjo precisamente, sino un quillay. El lugar recibió este nombre a causa de la gran cantidad de cáscaras de naranjas con las que los caminantes reponían fuerzas bajo la sombra del quillay.

También verá elevándose, casi mil metros más sobre su cabeza, la cumbre del cerro Provincia, el segundo escalón hacia el cielo o una cuarta y última etapa en su recorrido.

Usted habrá alcanzado la primera cumbre de su vida, o una más de su repertorio, y la dicha y satisfacción de haberlo logrado superando todas las dificultades, las verá recompensadas arriba, cuando mire hacia abajo y se sienta dueño del mundo.

La Ruta del Cansancio IV. La Alternativa

Si usted, a pesar de todo su empeño, no se siente capaz de llegar a la cumbre o se quedó dormido y llegó tarde a realizar el ascenso, le recomendamos una ruta alternativa, un poco más larga y más aventurera. No tendrá que ascender tanto pero sí caminar mucho.

Al llegar a la canaleta, a la cual se accede bajando por el costado izquierdo del cerro (y después de darse un remojón), remonte la corriente hasta encontrarse con el río que la alimenta. Y luego baje por la orilla de ésta hasta el "Vallecito".

Esta excursión implica dos riesgos:

  1. mojarse los pies; y
  2. arañarse un poco las piernas.

Sin embargo tendrá muchas compensaciones: más vegetación; más humedad, que disminuye la sensación de calor; pozones para bañarse y descansar;
e innumerables obstáculos que superar.

Llegando al Vallecito, ya no podrá seguir bajando la corriente puesto que el río cae a través de una pared de unos 30 metros que es imposible bajar. Así es que tendrá que atravesar el Vallecito, subir por la zona denominada " del Acarreo" , descender al primer mirador y desde allí hasta el inicio de la reserva.

El Vallecito es una zona habilitada para picnic y camping, a la cual usted y su familia o amigos pueden llegar siguiendo el sendero señalado con la franja amarilla luego del primer mirador.

La Ruta Del Cansancio V. El Regreso A Casa

Si la satisfacción es grande al llegar a la cumbre, mayor es volver al inicio. El descenso puede ser más complicado que la subida y las precauciones ante cualquier resbalón o deslizamiento deben ser mayores.

Quizás a lo largo de la semana siguiente a la subida del cerro, su cuerpo, más que su mente, le recordará a cada paso la hazaña que realizó.

Pero serán sólo algunos días en los cuales sentirá como que si su cuerpo hubiera sido aporreado sin misericordia.

Sin embargo, recordará también que pudo superarse a sí mismo, que descubrió una sana manera de entretenerse y hacer ejercicio; que el contacto con la naturaleza y el aire sin contaminación, limpió su espíritu; y que podrá soportar, muerto de la risa, una semana más en este contaminado y vertiginoso Santiago.

Texto G.Salinas