Iquique, la joya del norte chileno. Un destino turístico fascinante, que ha cautivado a viajeros tanto locales como de todo el mundo. Con su mezcla única de historia, belleza natural y emocionantes aventuras, esta ciudad costera se presenta como un cofre de tesoros que esperan ser descubiertos.
Fundada en el siglo XVI, la llamada Tierra de Campeones ha sido testigo de la riqueza del salitre y la bonanza de la industria minera. Su ubicación estratégica en la costa del Pacífico ha marcado su destino como un puerto vital para el comercio internacional, y este impulso también llevó a la ciudad a consolidarse en el turismo.
Repleta de atractivos, la capital de la Región de Tarapacá, por sus costas, normalmente es relacionada y conocida por sus playas. Ciertamente, Iquique es un gran destino durante el verano, una época en la que la vibrante Playa Cavancha se llena de turistas. Es un paraíso de arena dorada, perfecto para relajarse bajo el cálido sol chileno, disfrutar de deportes acuáticos o simplemente pasear por el malecón.
Los viajeros también suelen pasar por el centro histórico, el casco antiguo de Iquique, donde la arquitectura victoriana resalta en el aclamado Paseo Baquedano, donde destacan la Plaza Prat, la Torre Reloj, el Teatro Municipal, el Palacio Astorecta, entre otros imperdibles para los amantes de la historia y la cultura.
Sin embargo, Iquique es mucho más que playas y edificios autóctonos. Por ello, presentamos los cinco tesoros escondidos de esta pintoresca ciudad, los cuales puedes descubrir en tus próximas vacaciones este año.
5 tesoros escondidos de Iquique
1. Laguna Roja: En las profundidades del desierto de Atacama, puedes descubrir la Laguna Roja, un espectáculo natural que desafía la aridez del entorno. Las aguas salinas de este lago crean una paleta de colores surrealista, que va desde el rosa pálido hasta el rojo intenso. Este oasis es el hogar de flamencos y otras aves migratorias, ofreciendo una experiencia única en medio del paisaje desértico.
2. Cerro Dragón: Para los amantes del senderismo y la naturaleza, Cerro Dragón se presenta como un desafío que vale la pena. Esta imponente montaña ofrece vistas panorámicas de Iquique y el océano Pacífico desde su cima. La travesía hasta la cumbre revela flora y fauna autóctona, proporcionando una experiencia que combina el esfuerzo físico con la belleza natural. Además, es perfecto para el sandboard.
3. Geoglífos de Pintados: Sumérgete en la historia ancestral de la región explorando los Geoglifos de Pintados, la mayor concentración de geoglífos del mundo. Estas misteriosas figuras grabadas en las laderas de las colinas datan de miles de años atrás y ofrecen una ventana única a la cultura precolombina. Las líneas y formas talladas en la tierra cuentan historias olvidadas que esperan ser descifradas por los curiosos viajeros.
4. Pueblos salitreros de Humberstone y Santa Laura: Viaja en el tiempo al visitar los pueblos salitreros de Humberstone y Santa Laura. Estas antiguas instalaciones mineras, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, preservan la arquitectura y la historia de una época de esplendor y desafíos. Explora las salas de máquinas, escuelas y teatros que alguna vez fueron el epicentro de la fiebre del salitre.
5. Vistas panorámicas desde un vuelo en parapente: Para los buscadores de emociones, nada supera la experiencia de contemplar Iquique desde las alturas en un vuelo en parapente. Deslízate por el cielo y disfruta de una perspectiva única de la ciudad, las playas y los tesoros naturales que la rodean. Una actividad emocionante que dejará grabados en tu memoria los paisajes impresionantes de Iquique.
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